Edificado sobre las murallas de un antiguo convento, nuestro hotel ocupa un edificio en una zona central entre el Puente de Rialto y la Iglesia Santi Giovanni e Paolo. Sus interiores son de una elegancia sobria y refinada.
La madera oscura de las paredes, trabajada por sabias manos artesanas, evoca formas clásicas creando una atmósfera de cálida intimidad. Los mármoles rojos y blancos del piso y los graciosos cristales de Murano componen un agradable entorno para nuestros huéspedes.
El desayuno se sirve en nuestro patio interior de 7:30 a 10:30, mientras que durante el verano nuestra encantadora terraza con vistas al Campo Santa Marina será el lugar ideal para un momento de relax.
El hotel tiene tres pisos y está dotado de un cómodo ascensor. Para los clientes más exigentes contamos con junior suite y habitaciones superior, con pisos de cálido parqué, elegantes muebles de nogal, tapicería finamente trabajada y bañera de hidromasaje.